Nunca imaginó el poder de las palabras hasta aquel día en que sacó el libro azul del estante y leyó:
"En aer cambio meus corpus,
meus sanguis y meus pulpa libero,
meus animus fuga tu caelum,
meus novus ser lo lleva el ventus."
Acto seguido, su cuerpo se desvaneció dejando un leve perfume.
©Miriam Frontalini.
©Miriam Frontalini.
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